El secretario de Defensa en funciones de Estados Unidos, Patrick Shanahan, anunció ayer el despliegue de 1.000 soldados más en Oriente Medio con "fines defensivos" ante lo que calificó de "amenaza" de Irán.

En el pasado mes de mayo, la administración norteamericana ya reforzó sus tropas en la zona (unos 20.000 soldados) con 1.500 efectivos.

"Los recientes ataques iraníes validan la fiable y creíble información de Inteligencia sobre el comportamiento hostil de las fuerzas iraníes y sus grupos 'proxy', que amenazan al personal de EE UU y a sus intereses en la región", aseguró Patrick Shanahan, quien, según anunció Trump ayer, ha presentado su dimisión.

Poco antes, el Pentágono había publicado una nueva serie de fotografías para demostrar la autoría iraní en los ataques de la pasada semana a dos petroleros en el golfo de Omán.

Las imágenes en cuestión son similares al material ya publicado y no resultan concluyentes.

En todo caso, el secretario de Estado, Mike Pompeo, reiteró que Estados Unidos no quiere una guerra con Irán. Teherán se pronunció, a su vez, en el mismo sentido de evitar cualquier tipo de confrontación militar con la superpotencia.