Más de 400 personas fueron detenidas ayer en Moscú, entre ellas el líder opositor Alexei Navlani, en una protesta convocada para exigir el castigo de los policías que el sábado detuvieron al periodista Ivan Golunov, liberado el pasado martes. Golunov, un investigador incómodo para el régimen de Vladimir Putin, fue acusado de tráfico de drogas, aunque posteriormente se retiraron los cargos al comprobarse que todo era un montaje policial.

Pese a la liberación, los convocantes de la manifestación decidieron seguir adelante y en lugar de la libertad de Golunov exigieron el castigo de quienes le detuvieron y de sus jefes. La manifestación fue prohibida.

Los organizadores esperaban que acudieran a manifestarse unas 25.000 personas, pero los congregados, que gritaban consignas de "Rusia será libre" y "Rusia sin Putin" apenas rebasaron el millar, por lo que los detenidos representan casi la mitad.