Las Fuerzas Armadas de Rusia y de EE UU se cruzaron ayer acusaciones mutuas de incurrir en maniobras peligrosas que a punto estuvieron de provocar una colisión en el mar de la China entre el crucero "Chancellorsville" y el destructor ruso "Udaloy". Los dos navíos llegaron a situarse a una distancia de apenas quince metros, según EE UU, aunque Rusia la amplió a 50 metros. Según Moscú, el estadounidense cambió súbitamente de rumbo y se interpuso en la trayectoria del ruso. Para Washington, la aproximación peligrosa vino del ruso.