El septuagésimo quinto aniversario del Desembarco de Normandía, el archiconocido Día D que resultó clave en el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial, permitió en la jornada conmemorativa de ayer a los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Francia, Emmanuel Macron, la apertura de un paréntesis en las tensiones que en los últimos tiempos empañan la relación trasatlántica desde la llegada del mandatario norteamericano a la Casa Blanca.

Los presidentes norteamericano y galo se dieron cita en las playas normandas, en unión de los máximos dirigentes de Canadá y el Reino Unido y con la ausencia más que notable del presidente ruso, Vladimir Putin, un habitual de otros aniversarios que, mientras tanto, estrechaba lazos con su homólogo chino, Xi Jinping. Toda una radiografía de la actual geopolítica.

Rastro amargo

El último paso de Trump por París, en el pasado mes de noviembre -con motivo del centenario del final de la I Guerra Mundial-, había dejado un rastro amargo de mensajes incendiarios contra Macron y Francia.

Sin embargo, en la jornada de ayer, Trump prefirió no salirse del guion establecido y alabar una alianza en la que, como ha dejado claro en muchas ocasiones, no tiene confianza alguna.

"A todos nuestros amigos y socios: nuestra preciada alianza se forjó en el calor de la batalla, se puso a prueba en las dificultades de la guerra y se reafirmó en las bendiciones de la paz. Nuestro vínculo es inquebrantable", subrayó Trump en el acto de homenaje a los caídos celebrado en el cementerio estadounidense de Normandía.

"Hoy, los Estados Unidos abrazan al pueblo francés y le expresan su agradecimiento por honrar a nuestros venerados muertos", sentenció el mandatario yanqui durante su alocución en el acto conmemorativo.

En presencia de Donald Trump, con quien se saludó efusivamente, Macron aprovechó para instarle a "renovar su amistad con Francia" y a ser fiel a la "promesa de Normandía: no olvidar nunca que cuando los pueblos libres se unen pueden afrontar todos los desafíos".

No fue el único de los mensajes deslizados en los discursos por el presidente francés: "La victoria contra la barbarie habría sido imposible sin Estados Unidos", añadió Macron.

"Y se consiguió gracias a que las fuerzas armadas estaban unidas", remachó antes de proclamar que "Estados Unidos nunca es más grande que cuando lucha por la libertad de otros".