El canciller austriaco, el conservador Sebastian Kurz, tendrá que hacer frente el lunes a una moción de censura presentada por la formación opositora Jetzt, el primer obstáculo que deberá superar para continuar, como pretende, al frente de un Gobierno de transición hasta las elecciones generales anticipadas previstas para septiembre. Para que la moción salga adelante deberían votar contra Kurz los socialdemócratas (OEVP) y los ultraderechistas del FPOE, que ayer se dijeron dispuestos a hacerlo. El FPOE ha sido durante año y medio el socio de Gobierno de Kurz, hasta que un escándalo de corrupción que estalló el pasado viernes desembocó en la dimisión de su líder, el mismo sábado, y en la del resto de sus ministros, el lunes.