El líder de la Liga, el viceprimer ministro italiano Matteo Salvini, reunió ayer en Milán a una amplia representación de la ultraderecha europea, encabezada por la francesa Marine Le Pen y el holandés Geert Wilders. En un acto con motivo de las elecciones europeas de la próxima semana, Salvini rechazó que su partido sea de ultraderecha y afirmó que "los extremistas son los que han gobernado Europa en los últimos veinte años". "Europa ha sido traicionada por las elites y por los poderosos que han ocupado a Europa en nombre de la economía y del dios del dinero y la inmigración sin control", ha argumentado.

Salvini, que se ha propuesto unificar a todos los ultraderechistas y eurófobos bajo su batuta en un único eurogrupo en la próxima legislatura, aseguró que la suya es "la política del sentido común". Por su parte, Le Pen cargó contra "la oligarquía sin raíces" con la que, dijo, la UE somete a los países.

Al acto asistieron representantes de grupos como el alemán AfD, el austriaco FPOE y otros partidos de la extrema derecha belga, búlgara, danesa, eslovaca, estonia, finesa y checa.

En el acto, que se celebró bajo una fuerte lluvia, participaron varios miles de personas (pero lejos de las 100.000 que se esperaban). Por el escenario, en el que se desplegó una enorme pancarta en la que se leía "Los Italianos primero", fueron pasando Marine Le Pen, Geert Wilders, el eurodiputado austríaco Harald Vilimsky, del Partido de la Libertad, el jefe del checo Libertad y Democracia Directa (SPD), Tomio Okamura, o el presidente de Alternativa para Alemania (AfD), Jörg Meuthen.

Además de los elogios a Salvini y a los "patriotas" italianos, los dirigentes ultraderechistas criticaron a los líderes políticos de otros países europeos así como a los de la UE.