El presidente de EE UU, Donald Trump, lanzó el miércoles un mensaje claro al secretario de Defensa en funciones, Patrick Shahanan, ante la actual escalada de tensión con Irán: la situación no puede desembocar en un conflicto abierto con el régimen de los ayatolás. Así lo informó anoche "The New York Times", citando fuentes asistentes a una reunión en el Despacho Oval. El diario explica que la advertencia va dirigida a los "halcones" de la secretaría de Defensa para que sepan modular la presión sobre Teherán.

El propio Trump se pronunció ayer en esa misma dirección al ser preguntado en la Casa Blanca sobre si habrá guerra con Irán. "Espero que no", se limitó a contestar el mandatario. La intervención de Trump llega después de dos jornadas en las que el Pentágono ha insistido en las "inminente amenazas" de ataques iraníes a las tropas estadounidenses en Irak y Siria, y ha sido desmentido por el jefe sobre el terreno de las tropas británicas, aliadas de EE UU en la coalición internacional que opera en esos dos países.

La inteligencia de EE UU ha precisado entre tanto, cuáles son algunas de las pruebas en las que basa sus sospechas de "inminentes amenazas": unas fotos, no distribuidas, en las que al parecer se ven pequeñas embarcaciones iraníes en el golfo Pérsico armadas con misiles. Expertos militares han hecho notar que su misión puede ser ofensiva o defensiva.

Trump aseguró el miércoles "estar seguro" de que Irán "querrá hablar pronto", pero ayer el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, descartó en Tokio toda negociación directa con EE UU, país al que acusó de "imponer condiciones previas" al diálogo. En paralelo, Teherán aseguró que aunqpue se ha desmarcado de aspectos del acuerdo atómico de 2015, de momento no tiene intención de enriquecer uranio por encima de los límites establecidos en el pacto.