El exjuez y jefe del equipo de abogados del activista Julian Assange, Baltasar Garzón, aseguró ayer en Berlín que responderá en nombre de su defendido a la Justicia de Suecia "porque creemos que el hecho delictivo no existe".

"La Justicia sueca archivó en su momento (el caso) por argumentos que solo ella decidió. Ahora procede a la reapertura sin saber bien por qué razón porque los hechos siguen siendo los mismos", declaró Garzón a medios españoles en la capital alemana.

"Pero lo mismo que entonces, ahora nosotros estamos dispuestos a responder ante la Justicia sueca porque creemos que el hecho delictivo no existe", consideró el exjuez español.

"Creo que tenemos las pruebas suficientes para acreditarlo, aunque no tendríamos que ser nosotros quienes lo acreditáramos sino la Fiscalía, que es la que supuestamente le acusa y por tanto estamos muy tranquilos", agregó.

Este lunes la Fiscalía sueca decidió reabrir el caso por un supuesto delito de violación contra el fundador del portal WikiLeaks, que había sido cerrado hace dos años ante la imposibilidad de hacer avanzar la investigación.

"Siempre hemos creído que detrás de todas estas causas había una instrumentación por parte de Estados Unidos, que lo que perseguía es lo que finalmente ha conseguido, y es que haya una orden de detención y una petición de extradición", dijo Garzón.

El exjuez insistió en que los hechos por los que la Fiscalía sueca reabre el caso "de ningún modo son delictivos" y defendió que el caso de Assange consiste en "un claro ejercicio de libertad de expresión ante hechos muy graves de violaciones sistemáticas de derechos humanos". Criticó que en el caso del australiano hay "una persecución política que creo que afecta directamente a la libertad de expresión y al libre acceso a la información y a su difusión".

La fiscal superior adjunta sueca Eva-Marie Persson anunció el lunes que activará la orden de arresto europea y aludió al cambio en las circunstancias personales de Assange después de que Ecuador le retirara el asilo en Londres.