Arabia Saudí denunció ayer un ataque con drones a dos estaciones de bombeo de petróleo de la compañía estatal Aramco situadas en la región de la capital, Riad. Los dirigentes saudíes atribuyeron los ataques a las milicias yemeníes hutíes, apoyadas por Irán, y explicaron que los daños fueron "limitados".

El ministro de Energía, Jalid Al Falih, aseguró que en una de las estaciones se desencadenó un incendio "que fue controlado por Dios", pero insistió en que los ataques atentan contra la seguridad del suministro energético mundial.

Si bien los ataques hutíes contra objetivos saudíes son habituales y forman parte del conflicto bélico que vive Yemen desde hace cinco años, los denunciados ayer cobran una especial relevancia en el marco de la escalada de tensión entre EE UU, las petromonarquías del Golfo e Irán.

El conflicto estalló en diciembre de 2014, cuando los rebeldes hutíes ocuparon Saná y otras provincias del país y desalojaron del poder al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, reconocido por la comunidad internacional y que se exilió en Riad. Arabia Saudí al frente de una coalición internacional en la que también participa Emiratos Árabes Unidos se involucró en el conflicto en 2015 tomando parte por Hadi contra los hutíes, a los que acusa de estar apoyados por Irán.