El Gobierno chino precisó ayer su respuesta a la nueva subida de aranceles decretada el pasado viernes por Estados Unidos. Pekín comunicó que desde el 1 de junio impondrá una tasa del 25% a importaciones de EE UU, ahora gravadas con un 10%, por un importe global de 60.000 millones de dólares (53.500 millones de euros).

Este nuevo capítulo en la agria guerra comercial que mantienen ambos países es la réplica a la subida por EE UU desde el 10% al 25%, de los aranceles impuestos a bienes no tecnológicos por importe de 200.000 millones de dólares.

Caídas en Wall Street

La réplica china fue mal acogida por la Bolsa de Nueva York. A media sesión, el índice Dow Jones retrocedía un 2,49%, hasta los 25.297,65 puntos, a la vez que el selectivo S&P 500 descendía un 2,48%, hasta 71,53 enteros, y el índice del mercado Nasdaq caía un 3,24%, hasta los 7.660,39 puntos.