Decenas de miles de argelinos salieron ayer a las calles del país, por duodécimo viernes consecutivo, para protestar contra la cúpula del régimen y reclamar la liberación de la opositora Louisa Hanune, secretaria general del Partido de los Trabajadores (PT).

Hanune fue puesta el jueves en "detención provisional" tras ser llamada a declarar ante un tribunal militar en el marco de una investigación contra los exjefes de los servicios secretos de Argelia Mohamed Medién y Athmane Tartag, así como contra el hermano pequeño del expresidente Abdelaziz Buteflika, Said.

La detención de Hanune fue denunciada por el PT y las autoridades no la confirmaron hasta ayer, cuando fuentes del ministerio de Defensa explicaron que fue trasladada a una prisión en Blida.

Tanto el general Medién, alias "Tufik", como Tartag, alias "Bachir", y Said Buteflika fueron acusados de "atentado contra la autoridad del Ejército" y "complot contra la autoridad del Estado", dentro de los ajustes de cuentas en la cúpula argelina derivados de las protestas populares, cuya instigación ha sido atribuida por algunas fuentes a Medién. En respuesta a la detención de su líder, el PT llamó a la población a mantener las movilizaciones iniciadas en febrero.