El Gobierno británico de la conservadora Theresa May confirmó ayer que el Reino Unido participará el próximo día 23, jueves, en las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán en toda la Unión entre esa fecha y el domingo siguiente, día 26, jornada en la que se disputarán, por ejemplo, en España. El anuncio fue hecho por el "número dos" del Ejecutivo, David Lidington, tras constatar el Ejecutivo de May que "no queda tiempo suficiente" para que el Parlamento ratifique el Acuerdo de Salida, que ya ha sido rechazado tres veces.

El pasado 11 de abril, el Consejo Europeo acordó conceder a Reino Unido una prórroga, la segunda ya, hasta el 31 de octubre para que en ese tiempo los partidos políticos británicos alcancen un pacto que les permita aprobar el Acuerdo de Salida alcanzado por Londres con Bruselas el pasado mes de noviembre.

La única manera de evitar la celebración de unas elecciones que son vistas como el mayor oprobio por los defensores del "Brexit" era que los partidos alcanzaran un entendimiento sobre el Acuerdo de Salida antes del 22 de mayo. Sin embargo, las negociaciones entre conservadores y laboristas están aún muy verdes. La posibilidad que barajan ahora los más optimistas "brexiters" es que el acuerdo se alcance antes del 2 de julio -fecha de constitución de la nueva Eurocámara-, de modo que los eurodiputados elegidos el próximo día 23 no tengan que llegar a sentarse en sus escaños.

No todos los partidos han preparado con la misma intensidad estas elecciones, que llegan después del varapalo de la semana pasada a conservadores y laboristas en las municipales inglesas. Solamente los liberaldemócratas -europeístas- y los anti-Brexit de Change UK lanzaron ya hace días sus campañas.

La cita electoral es vista como un test sobre el estado de ánimo de los británicos. De acuerdo con un estudio del grupo de investigación "Reino Unido en una Europa cambiante", los partidarios de la permanencia o de una salida suave recibirán el 52% de los votos y quienes apoyan un "Brexit" duro tendrán el 47%.