Los partidos de Irlanda del Norte iniciaron ayer una nueva ronda de diálogo para restaurar el Ejecutivo autónomo de poder compartido entre protestantes y católicos, que está en suspenso desde enero de 2017. Londres y Dublín convocaron estas negociaciones en abril, tras el asesinato de la periodista Lyra McKee, de 29 años, a manos del grupo terrorista disidente Nuevo IRA, opuesto a la pacificación.

Los Ejecutivos británico e irlandés reaccionaron así ante la conmoción causada por ese asesinato y también por la frustración de la sociedad norirlandesa con unos partidos incapaces de acercar sus posiciones. La nueva ronda de conversaciones, que sigue a otras fallidas, llega además tras las elecciones locales de la pasada semana, que reafirmaron al Partido Democrático Unionista (DUP) y al nacionalista Sinn Féin como las principales formaciones de las comunidades protestante y católica.

No obstante, ambos partidos sufrieron una reducción de sus apoyos electorales, ya que parte de los votantes se inclinó por dar su respaldo a formaciones como el aconfesional Partido Alianza, en protesta por la parálisis política que sufre la región desde hace dos años.

El gobierno autónomo de Irlanda del Norte fue derribado en enero de 2017 y Londres convocó dos meses después unos comicios anticipados que solo sirvieron para reforzar las posiciones del DUP y del Sinn Féin, antiguo brazo político de IRA.