La nueva escalada de violencia por el disparo de cohetes desde Gaza y los bombardeos de respuesta de Israel provocó al menos veinticinco muertos: cuatro civiles israelíes y veintiún palestinos en la franja, de los que doce eran milicianos. Entre las víctimas hay dos mujeres embarazadas y un bebé de catorce meses. El líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) que gobierna Gaza, Ismail Haniyeh, manifestó ayer su disposición a acordar un alto el fuego siempre que Israel acepte el cese de los ataques sobre el enclave palestino. Hamás lanzó más de 600 cohetes sobre Israel en apenas día y medio. Los israelíes podrían estar preparando una ofensiva terrestre tras los intensos bombardeos de réplica.

En una jornada marcada por la tensión, los mensajes de alerta de cohetes hacia las localidades israelíes periféricas a Gaza no pararon de sonar en el teléfono de Dikla Diane, una joven de 27 años de Ashkelón, a menos de cuarenta kilómetros de la franja, una de las zonas calientes donde ayer perecieron cuatro personas. Una de ellas es su exsuegro Moshé Agadi, de 60 años, la primera víctima israelí de la lluvia de cohetes de Hamás.

"El Ejército está preparado para una ofensiva terrestre" con tres unidades de infantería, dos de ellas ya desplegadas, dijo en rueda de prensa telefónica el portavoz militar, teniente coronel Jonathan Conricus. "Nos dieron la orden de prepararnos para un conflicto de varios días", indicó el portavoz, quien afirmó que la intención de Israel "no es necesariamente ir a la guerra", sino "responder a la agresión" de las milicias de Hamás y la Yihad Islámica golpeando sus objetivos militares y "demostrando" capacidad defensiva, informa "Efe".

La respuesta israelí se centra en más de 250 objetivos militares en la franja, incluidas cinco residencias de comandantes de las milicias palestinas, en las que Conricus aseguró que guardaban armas, y un bombardeo selectivo dirigido a matar "a un responsable de la transferencia de efectivo a gran escala de Irán a organizaciones terroristas de Gaza". Esta táctica es "una de las herramientas con las que cuenta el Ejército", pero que también es una novedad con respecto a anteriores picos de tensión, según expuso el portavoz militar.

La represalia israelí, una de las más contundentes desde 2014, devolvió la sensación de guerra a los palestinos en Gaza, donde la aviación bombardeó durante toda la noche.

El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó ayer el lanzamiento de cohetes desde la franja de Gaza hacia Israel, "particularmente el ataque contra lugares en los que hay población civil", y pidió a todas las partes contención para evitar una nueva escalada de violencia. El secretario general de Naciones Unidas instó "a todas las partes a que ejerzan la máxima contención" y a que "disminuyan de inmediato la violencia". Guterres sigue con preocupación los nuevos acontecimientos registrados en la zona, así como el "riesgo de otra peligrosa escalada y una nueva pérdida de vidas en víspera del mes sagrado de Ramadán", según su portavoz.