Miles de personas marcharon ayer pacíficamente por las calles de Glasgow, la ciudad más grande de Escocia, para pedir la celebración de un segundo referéndum de independencia del Reino Unido.

La manifestación, en la que la organización convocante All Under One Banner aspiraba a reunir la cifra récord de 100.000 personas, se produce diez días después de que la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, se comprometiera a impulsar una nueva consulta independentista antes del final de la legislatura en 2021. Esta posibilidad fue descartada por el Gobierno de May.

La Policía no facilitó datos de participación en la marcha de ayer, pero se estima que fueron unas 35.000 personas, según informa la agencia "Efe".

Tras la cabecera de la marcha, que abrió una de las bandas locales de gaitas y tambores, escoceses de todas las edades reivindicaron, en un ambiente festivo y al grito de "Conservadores fuera" e "Independencia ya", el derecho a decidir su encaje constitucional.

La decisión de reabrir la campaña, indicó Sturgeon el 24 de abril paado, tiene su origen en el hecho de que el Reino Unido abandonará la Unión Europea (UE), previsiblemente el próximo 31 de octubre, en contra de la voluntad del 62 por ciento de escoceses, que rechazó el "Brexit".

El de la ministra Sturgeon era un anuncio que el movimiento independentista, que cuenta con apoyo mayoritario en la capital financiera de Escocia donde se congregó ayer, esperaba con entusiasmo desde que se conoció la victoria del "Brexit" en 2016.

En 2014, los escoceses fueron llamados a un consulta sobre la independencia que se saldó con el 55 por ciento en contra de la separación, un argumento que el Gobierno británico esgrime para justificar su negativa a que se repita el referéndum.

El consentimiento de Londres es imprescindible para que pueda haber una nueva consulta. La dirigente escocesa quiere negociar un plebiscito en condiciones similares a las pactadas para la convocatoria de 2014.