El Gobierno español dejó claro ayer que no va a entregar a las autoridades de Venezuela a Leopoldo López, el dirigente opositor acogido como "huésped" desde el martes pasado en la residencia del embajador de España en Caracas, pero sí regulará y limitará su actividad política. López no ha pedido asilo político ni, según su entorno, desea abandonar el país y el jueves fue objeto de una orden de detención por parte de un tribunal de Caracas.

Después del encuentro que López mantuvo ayer de madrugada con la prensa a las puertas de la legación española, el ministro de Exteriores, Josep Borrell, explicó ayer que el Gobierno no permitirá que la Embajada se convierta "en un centro de activismo político". Madrid confía en que Venezuela respetará la inmunidad de la Embajada española y no se producirá "ninguna intervención sobre la misma".

En representación del Gobierno de Nicolás Maduro, su embajador en España, Mario Isea, declaró en Madrid que su país "no invade embajadas", sino que respeta el Derecho Internacional, la Convención de Viena y la Carta de las Naciones Unidas.

Isea explicó que Venezuela reclama "en el marco de la ley" a Leopoldo López, quien cumplía una pena de casi 14 años de prisión en arresto domiciliario en Caracas y fue liberado el martes por el autoproclamado presidente de Venezuela Juan Guaidó, acompañado de un puñado de soldados. La liberación pretendía ser el inicio de una asonada que fracasó.

En una entrevista concedida a Efe, López dijo el jueves que la intervención militar en Venezuela es una opción que sigue presente entre la oposición a Maduro, porque es una alternativa legal que contempla la Constitución, según argumentó.

En Bruselas, una portavoz de la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, dijo que la acogida de López "es una decisión nacional de España", pero subrayó "la importancia del respeto a la inmunidad diplomática en todos los casos".

Guaidó advirtió ayer en rueda de prensa al Gobierno de Maduro que, si sus fuerzas de seguridad intentan entrar en la residencia del embajador español para detener a López "sería una amenaza de guerra" a España. "Si quieren cometer ese severo error", añadió, "adelante con la locura". Sobre la presencia de López en la residencia del embajador español y sus eventuales actividades políticas, Guaidó reconoció que en las misiones diplomáticas "hay reglas" y "normas" que respetar, además de "ser cortés".

La oposición venezolana se manifestará hoy a las puertas de los cuarteles de todo el país para pedir a los uniformados que den la espalda a Maduro, según explicó Guaidó en su comparecencia.