El presidente venezolano, Nicolás Maduro, escenificó ayer su control del Ejército encabezando una marcha de 4.500 militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tras el fracaso de la asonada que el martes intentó desencadenar el líder opositor Juan Guaidó, autoproclamado presidente del país y reconocido por más de 50 países. Maduro desfiló codo con codo con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, quien el martes le reafirmó su lealtad, puesta en duda por altos responsables de EE UU.

La marcha estuvo precedida de un discurso de Maduro a los soldados ante la sede del ministerio de Defensa. En su alocución, que fue emitida de manera obligatoria por todas las estaciones de radio y televisión, el líder chavista exigió a los militares desarmar a los "traidores" y "golpistas". "Ha llegado la hora de combatir", explicó el presidente venezolano, "derrotando intentonas golpistas de traidores que se venden a los dólares de Washington".

Horas después, un tribunal de Caracas ordenó capturar al líder opositor venezolano Leopoldo López, quien se encuentra acogido en la residencia del embajador español, Jesús Silva, aunque no ha pedido asilo político. La liberación de López, que estaba en situación de arresto domiciliario, por un grupo de militares acompañado por Guaidó fue la señal de partida de la fracasada insurrección del martes. Según una nota de prensa difundida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el tribunal caraqueño revocó la medida de detención domiciliaria de López "por violarla flagrantemente".

El TSJ explica en su nota que el opositor, privado de libertad desde 2014 y sentenciado a casi 14 años de cárcel, también violó con sus declaraciones a medios de comunicación "la medida referida a la condición relativa a pronunciamientos políticos por medios (de comunicación) convencionales y no convencionales, nacionales e internacionales, demostrando con ello la no sujeción a las medidas" de su arresto.

Un balance de víctimas facilitado por la ONG Provea evaluó en cuatro los muertos en los choques callejeros desde el martes y explicó que los heridos han sido 130 -por bala, perdigón y gases lacrimógenos- y los detenidos 205, de los que 15 son adolescentes. La tensión en las calles de Caracas se redujo ayer, tras las marchas de signo contrario registradas el miércoles con motivo del Primero de Mayo. Guaidó ha llamado a la huelga general y a una presencia continua en las calles.