Japón ha entrado formalmente este 1 de mayo en la era 'Reiwa' (bonita armonía) con el ascenso al Trono del Crisantemo del príncipe Naruhito, quien sucede a su padre, el emperador Akihito, después de que este se convirtiera la víspera en el primero en abdicar en 200 años.

"Accediendo al trono, juro que reflexionaré profundamente en el curso seguido por su gran majestad el emperador emérito (Akihito), tendré en mente la senda trazada por los anteriores emperadores, y me dedicaré a mejorar", dijo el nuevo emperador en su primer mensaje como tal.

Naruhito, el primer emperador de Japón nacido tras la Segunda Guerra Mundial y en haber estudiado en el extranjero, asumió formalmente el cargo en una ceremonia celebrada en el Palacio Imperial durante la que juró cumplir con el papel simbólico y apolítico que le reserva la Constitución nipona.

"Actuaré conforme a la Constitución y cumpliré mi responsabilidad como el símbolo del Estado y de la unidad del pueblo de Japón, mientras que siempre centraré mis pensamientos en el pueblo y en estar con ellos", señaló el nuevo emperador durante el ritual conocido como "Sokui go Choken no gi".

La ceremonia tuvo lugar en el palacio "Matsu no Ma" y a ella asistieron unas 260 personas, incluidos algunos jefes de Gobierno, así como miembros del Ejecutivo japonés y otros altos cargos del país.

Naruhito ha estado flanqueado por su hermano y heredero, el príncipe Akishino, mientras que su mujer, la emperatriz Masako, no ha estado presente conforme a la costumbre del país que impide la asistencia de las mujeres de la familia imperial, si bien entró en la sala una vez terminado el acto.

No obstante, por primera vez ha habido una mujer en la coronación de un emperador: Satsuki Katayama, miembro del Gobierno japonés. El ahora emperador emérito, Akihito, no ha estado presente en ninguno de los dos rituales que han tenido lugar en el Palacio Imperial.

Como representante del pueblo, el primer ministro, Shinzo Abe, ha felicitado a continuación al emperador Naruhito y ha prometido crear un "futuro brillante" que sea pacífico y lleno de esperanza, respetándole a él como símbolo del Estado, informa la agencia Kiodo.

Previamente, en otra ceremonia Naruhito había recibido los símbolos imperiales como prueba de su ascenso al trono. Dichos símbolos, conocidos como "Sanshu no Jingi", consisten en un espejo sagrado, una espada y una joya.

Los japoneses tendrán que esperar hasta el sábado para saludar al nuevo emperador y la emperatriz, que harán su primera aparición pública en el Palacio Imperial durante la Semana Dorada --periodo vacacional en el país-- que ha sido ampliada a diez días para celebrar el histórico hecho.

En los próximos meses están previstos toda una serie de ceremonias y acontecimientos en relación con el relevo imperial, entre ellos el "Sokuirei Seiden no gi", ceremonia para proclamar al nuevo emperador que se celebrará el 22 de octubre y a la que está prevista la asistencia de dignatarios extranjeros.

Biografía

Naruhito nació el 23 de febrero de 1960, siendo el hijo mayor del emperador Akihito y la emperatriz Michiko. Se convirtió en heredero al trono en enero de 1989 tras la muerte de su abuelo, el emperador Hirohito, pasando a ocupar el cargo de príncipe heredero en 1991.

Graduado en Historia por la Universidad Gakushuin en Tokio en 1982, un año después en la Universidad de Oxford, donde estudió otros tres años. Además, completó la primera parte de un doctorado en humanidades.

En 1993, Naruhito atrajo la atención mundial cuando el Palacio Imperial anunció su esperado compromiso con Masako Owada, una diplomática de carrera graduada en la Universidad de Harvard. El enlace se produjo en junio de ese mismo año.

Naruhito y la princessa Masako tienen una hija de 17 años, la princesa Aiko, nacida en 2001, ocho años después de la boda. Sin embargo, conforme a la Ley de la Casa Imperial nipona, Aiko no podrá suceder en el trono a su padre puesto que se estipula que el heredero debe ser "un vástago varón del linaje imperial".