El cómico Vladímir Zelenski, de 41 años, se impuso ayer en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ucranianas, con un 72,7% de los votos, según los sondeos a pie de urna. El presidente saliente, Petró Poroshenko, quien se quedaría en un 27,3% de los sufragios, habría pagado el precio de la aguda crisis económica y el enquistamiento del conflicto en el Donbás prorruso.

De hecho, Poroshenko reconoció su derrota al declarar que los resultados a pie de urna "son evidentes" y que abandonará "el mes que viene" su puesto. Zelenski habría logrado un resultado histórico, ya que ganaría en todas las regiones, incluido el oeste, más nacionalista. En el este rusoparlante, de donde proviene, la victoria del humorista sería aplastante, ya que sumaría más del 88 % de los votos.

Zelenski prometió que su prioridad "número uno" en el cargo será el cese de los combates y, consecuentemente, el fin de la guerra entre el Ejército ucraniano y las milicias prorrusas en el este del país.

"Tenemos que frenar los disparos para que nuestros chicos dejen de morir", aseguró.

También abogó por reformar el proceso de arreglo basado en los Acuerdos de paz de Minsk de febrero de 2015, y apostó por un nuevo formato de negociaciones que incluya a Rusia y a los países occidentales.

Aunque catalogó de enemigo al jefe del Kremlin, Vladímir Putin, se ha mostrado dispuesto durante la campaña a dialogar con él para lograr la paz en el Donbás.

También consideró uno de sus principales objetivos el regreso de todos los prisioneros de guerra en poder de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y la liberación de los 24 marineros apresados en noviembre pasado por Rusia en el incidente naval en el mar Negro.

"Gracias a todos los ucranianos que me apoyaron. Gracias a todos los ucranianos donde quiera que estéis. Prometo que no os fallaré", dijo un eufórico Zelenski.

En cambio, algunos diputados opositores consideran que los ucranianos no votaron a favor de Zelenski, sino contra la guerra, el alto coste de la vida y la gestión del país desde el exterior, en alusión a Occidente.

Y, según los expertos, Zelenski será un presidente débil, que tendrá en contra al Parlamento (Rada Suprema), que celebrará elecciones en otoño, ya que no dispone de un partido político fuerte.

"La gente espera decisiones económicas del presidente, aunque esa no es una de sus facultades. Solo sabremos quién tiene más poder, si el presidente o el primer ministro tras las legislativas. Ahí, Poroshenko intentará tomarse la revancha", declaró a "Efe" el politólogo Vladímir Fesenko.