El Consejo Europeo exigirá hoy en Bruselas a la primera ministra británica, Theresa May, un plan creíble a cambio de una prórroga del 'Brexit' que evite un divorcio caótico, aunque impondrá a Londres un retraso mayor que el deseado por May (sólo quiere hasta el 30 de junio) y sujeto al compromiso de no bloquear el funcionamiento de la UE mientras Reino Unido siga siendo socio comunitario. La prórroga, que se estima en torno a un año, será flexible y concluirá cuando el Parlamento británico ratifique un pacto de salida.

Al respecto, la Cámara de los Lores aprobó el lunes por la noche la ley que obliga a May a someter cualquier prórroga al Parlamento y le impide un 'Brexit' abrupto. La ley había sido aprobada el pasado viernes por los Comunes. Los Lores introdujeron algunas modificaciones, por lo que el texto volvió a los Comunes, que lo refrendaron por 390 votos contra 81.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, descartó ayer, en su carta de convocatoria del Consejo Europeo, la prórroga hasta el 30 de junio que hoy pedirá May. Tusk estima que las profundas divisiones en los Comunes y la experiencia reciente hacen pensar que hay pocas posibilidades de que para entonces el acuerdo de divorcio haya sido ratificado por el Parlamento.

Los Veintisiete ya negaron esta prórroga a May en la cumbre de marzo, cuando le ofrecieron retrasar el 'Brexit' hasta el 22 de mayo a condición de que lograse la aprobación de un pacto de salida antes de este viernes. La imposibilidad de hacerlo es lo que ha movido a May a pedir una nueva prórroga y a entablar un diálogo con la oposición laborista para lograr un entendimiento.

Representantes del Gobierno y los laboristas siguieron negociando ayer, en una reunión que ambos equipos calificaron de "constructiva", aunque sin lograr un acuerdo. El diálogo con la oposición se reanudará mañana, teniendo en cuenta los resultados del Consejo Europeo de hoy.

May aceleró ayer la búsqueda de apoyos a la prórroga con un viaje a Berlín y París para dialogar con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron.

Aunque el encuentro con Merkel se cerró sin declaraciones oficiales, un participante en la reunión filtró a la prensa que la canciller habría considerado posible retrasar la salida varios meses, "hasta principios de 2020". Entre sus condiciones, según el ministro germano adjunto de Exteriores, Michael Roth, encargado de Asuntos Europeos, está que el país participe en las elecciones europeas de mayo.

Francia, según indicaron fuentes del Elíseo tras la reunión con Macron, no se opone por sistema a un retraso del 'Brexit', pero quiere garantías y le parece "excesiva" la extensión de hasta un año que otros socios plantean y Merkel no descarta.