Un gran número de mujeres en Nueva Zelanda, entre ellas periodistas y presentadoras de televisión, se cubrieron el cabello hoy con un velo como parte de una campaña de solidaridad con las musulmanas, cuando se cumple una semana del ataque terrorista en dos mezquitas en Christchurch.

"Opté por usar un velo hoy en el estudio en solidaridad con la comunidad musulmana. Esta semana una joven de Auckland fue agredida en un tren por ser musulmana y usar un velo. Esto sucedió después de que 50 personas fueron asesinadas en Christchuch", dijo Samantha Hayes, presentadora de NewsHub, en un tuit.

La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, participó, con un traje negro y un velo del mismo color, en un acto realizado en el Parque Hagley, frente a la mezquita de Al Noor, que junto a Linwood fueron los escenarios del ataque islamofóbico en el que murieron 50 personas y casi medio centenar resultó herido.

Muchas mujeres, que guardaron dos minutos de silencio como tributo nacional, cubrían sus cabezas con el hijab como parte de campañas "Velos en solidaridad" y "Velos para la armonía", entre otras.

Las reporteras, nacionales y extranjeras, así como las presentadoras de los informativos de la tarde, según las imágenes compartidas en las redes sociales, aparecen desde el plató y las calles de Christchurch con esta prenda.

Una de las imágenes más populares fue la de la agente de la Policía neozelandesa Michelle Evans, quien formó parte del despliegue de seguridad en el cementerio Memorial Park, donde se enterrarán a un gran número de víctimas, con un velo islámico y una flor en su chaleco antibalas.

El uso del velo islámico ha motivado muchas polémicas en todo el mundo, con ciertos sectores que piden prohibir su uso o en otros casos se han tenido que adoptar medidas especiales para que los agentes de seguridad puedan identificar a la mujer que lo porta.

Francia adoptó una ley en 2010 que estipula que "nadie puede portar en espacios públicos una prenda de vestir cuyo objetivo es ocultar la cara", que para la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unida tenía como intención prohibir el uso del nicab, el velo negro que solo deja los ojos al descubierto.

La prohibición de portar el nicab viola la libertad de culto, señala una resolución del Comité de Derechos Humanos de la ONU de 2018, año en el que también el Senado holandés aprobó una ley que prohíbe el uso del burka y las prendas que cubren la cara en espacios públicos.

En Australia, país vecino de Nueva Zelanda, la líder del partido xenófobo Una Nación compareció en 2017 en una sesión con un velo islámico para pedir su prohibición, pero fue condenada por varios sectores, entre ellos el entonces fiscal general, George Brandis, quien la reprendió por ridiculizar a la comunidad musulmana.