Los combates en Libia entre las milicias del Gobierno de Trípoli, apoyado por la ONU, y las fuerzas aliadas al Gobierno de Bengasi (este), dirigidas por el general Hafter, se recrudecieron ayer en el extrarradio de Trípoli sin que pudieran evitarlo las gestiones del secretario general de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, quien abandonó el país con "pesar y profunda preocupación". Las fuerzas de Hafter anunciaron la toma del antiguo aeropuerto capitalino, a 25 kilómetros de Trípoli.