El jefe del Ejército argelino, el general Salah, pidió ayer la inhabilitación del presidente Buteflika, de 81 años y gravemente enfermo desde 2013, como modo de dar una salida a la crisis política del país magrebí. Salah, hombre de la máxima confianza de Buteflika, lleva varios días intentando reconducir sin violencia la oleada de protestas que sacude el país desde el 22 de febrero.

La petición supone un punto de inflexión en el conflicto político que desde hace más de un mes padece el país. Desde que hace un año comenzara el debate sobre si Bouteflika debía presentarse a un quinto mandato consecutivo pese a su incierto estado de salud, el general ha sido uno de los más férreos defensores de esa opción.Y la ha sostenido desde que el 22 de febrero estallaran las protestas en la calle pese a que gran parte del Ejército y de la Policía se negaran primero a intervenir y después apoyaran en público las manifestaciones, que se repiten desde entonces cada viernes.