Las milicias bautizadas como Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza armada liderada por kurdos y también nutrida por árabes, anunciaron ayer la derrota territorial en Siria del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés). El portavoz de las FSD, Mustafa Bali, hizo en un tuit el anuncio de la "eliminación total del califato", proclamado el 29 de junio de 2014 en la ciudad iraquí de Mosul.

El anuncio de las FSD se produjo horas después de que la Casa Blanca proclamase la victoria contra el ISIS, a pesar de que todavía proseguían los combates en Al Baguz, última localidad que ha estado en sus manos, situada a pocos kilómetros de la frontera iraquí.

En la noche del viernes, los aviones de la coalición internacional liderada por EE UU bombardearon las últimas posiciones donde resistían los yihadistas, junto a la falda del monte también llamado Al Baguz, situado a orillas del río Éufrates, en la zona rural próxima a Al Baguz.

A pesar de la caída de esta localidad, el ISIS todavía tiene presencia "residual" en vastas regiones de Irak y en zonas desérticas de Siria, según un mapa mostrado en público esta semana por el presidente estadounidense, Donald Trump. Pero lo que más preocupa es la previsible actividad terrorista que seguirá perpetrando.