Corea del Norte decidió retirarse de la oficina de enlace con Corea del Sur establecida al norte de la frontera militarizada entre ambos países, una decisión que supone un varapalo para los esfuerzos del presidente surcoreano Moon Jae In, por poner fin a las hostilidades entre ambos países y que llega tras el fracaso de la cumbre del líder norcoreano, Kim Jong Un, con el norteamericano, Donald Trump.