Brenton Tarrant, presunto autor del asesinato de 50 personas en dos mezquitas de Christchurch, en Nueva Zelanda, aseguró que tiene intención de representarse a sí mismo ante el tribunal.

El abogado de oficio que representó a Tarrant ante la corte, Richard Peters, confirmó al diario local 'New Zealand Herald' que ya no trabajaba como letrado del detenido. Según Peters, Tarrant parece estar lúcido y no es mentalmente inestable, pero presenta unas ideas extremistas. Muchos temen que utilice el juicio como altavoz para sus ideas supremacistas y xenófobas.

En este sentido, el letrado señaló que su labor como abogado de Tarrant acabó el sábado y que éste le había comunicado que quería representarse a sí mismo de cara al futuro.

Mientras, el gobierno de Nueva Zelanda anunció cambios en la ley de armas a raíz del atentado. La reforma legal fue acordada "en principio" por el Ejecutivo, que se reunió en Wellington por primera vez desde la masacre, y sus detalles se darán a conocer en un plazo de diez días desde los ataques, según detalló la primer ministra, Jacinda Ardern.

Reforma

La primera ministra del país oceánico, Jacinda Ardern, aseguró que su gabinete está "completamente unido" respecto a la reforma legal acordada "en principio" y cuyo contenido se anunciará en un plazo de 10 días tras los ataques del viernes en dos mezquitas.

"Hay muchos neozelandeses que cuestionan que haya armas semiautomáticas disponibles", dijo en rueda de prensa Ardern, que evitó precisar si la reforma incluirá, tal como se esperaba que anunciara, la prohibición de este tipo de armas, utilizadas en el atentado.

"Hay detalles que hay que mirar. No se trata solo de ciertos puntos de la ley. Es simplemente por esto que nos tomaremos un tiempo, para que salga bien", añadió al justificar el retraso.

Ardern subrayó que los ataques "pusieron de manifiesto una serie de debilidades en la ley de armas" de su país y que todo el Ejecutivo coincide en la necesidad de realizar cambios, incluido su socio de coalición, NZ First, que con anterioridad se había opuesto a ello.

La primera ministra neozelandesa añadió que la reforma no estará dirigida contra los propietarios de armas, en especial en zonas rurales, pero alentó a los que tengan armas en casa a entregarlas a la Policía.