Miles de profesores se sumaron ayer a las protestas que desde el día 22 de febrero vive Argelia contra la presidencia de Abdelaziz Buteflika, en el poder desde hace dos décadas. El anuncio presidencial, hecho el pasado lunes, de que el enfermo jefe de Estado, de 82 años, no aspirará a un quinto mandato no ha calmado el descontento popular, ya que llegó acompañado del aplazamiento sine die de los comicios previstos para el 18 de abril.

"Hemos venido para reclamar la salida de los actuales gobernantes y un cambio profundo en todo el régimen", declaró una maestra manifestante, ataviada como sus colegas con una bata blanca. "Reclamamos una asamblea constituyente representativa del pueblo argelino, con transparencia y sin exclusión", expresó el secretario general del Consejo de Liceos de Argel, Bendaija Kamal.

Los profesores se suman así a los estudiantes -eje de las protestas- y a colectivos como jueces, abogados o excombatientes que, en los pasados días, también salieron a la calle para exigir un cambio del régimen político argelino. El Gobierno ha decidido adelantar diez días las vacaciones estudiantiles de primavera con el objetivo de rebajar la protesta.

Desde el Ejecutivo se lanzaron mensajes en defensa de las bondades de la transición anunciada el lunes junto al aplazamiento electoral. "Nadie desea un periodo de transición eterno", precisó el viceprimer ministro, Ramtam Lamamra.