Venezuela vivió ayer su cuarto día de apagones, atribuidos por el Gobierno a ataques y sabotajes inspirados por Estados Unidos. Las interrupciones en el suministro de energía se habrían cobrado ya la vida de al menos 21 personas en hospitales, según la ONG Médicos por la Salud. El Ejecutivo ha desmentido la cifra, que estaría nutrida sobre todo por neonatos y parturientas.

Los apagones son intermitentes en algunas zonas del país, como Caracas, que pierde la electricidad y la recupera para volver a perderla. Sin embargo hay regiones que se mantienen sin luz desde la pasada semana.

Explosión

Las causas de los apagones son diversas, ya que, además de los supuestos ataques informáticos denunciados por el chavismo, se producen también explosiones e incendios, como el registrado ayer por una subestación eléctrica de Caracas.

En ese clima de caos, sin metro y con las clases suspendidas, la jornada de ayer fue declarada inhábil. El autoproclamado presidente Guaidó convocó para hoy, martes, manifestaciones en todo el país.

También recibió de la Asamblea venezolana, controlada por la oposición, permiso para declarar un "estado de emergencia", que, sin embargo, no puede aplicar, ya que no tiene palanca alguna de poder para hacerlo efectivo.