Paul Manafort, exjefe de campaña del ahora presidente de EE UU, Donald Trump, fue condenado ayer a tres años y once meses de prisión por los ocho delitos de fraude de los que fue declarado culpable en agosto pasado. La condena contra Manafort no tiene relación con las actividades que desempeñó como jefe de la campaña presidencial de Trump, aunque es producto de la investigación sobre la trama rusa que encabeza el fiscal especial Robert Mueller.

Manafort, de 69 años, se enfrentaba a la posibilidad de ser condenado a 24 años de cárcel por los delitos de fraude fiscal y bancario por los que fue condenado, pero el juez del caso, T. S. Ellis, con tribunal en Virginia, afirmó que esa cifra hubiese sido "excesiva". El magistrado dijo que Manafort, un lobista de larga trayectoria, es un hombre que "ha vivido una vida irreprochable", excepto por "el robo de dinero a cuantos pagan impuestos". Por su parte, Manafort respondió declarándose "humillado y avergonzado" y pidió al juez que fuera benévolo.

Mientras, el director de comunicación de la Casa Blanca, Bill Shine, dimitió de su cargo ocho meses después de Trump lo designase como el cuarto responsable de ese puesto durante su mandato, según informó la secretaria de prensa presidencial, Sarah Sanders.

Shine trabajará ahora en la campaña para la reelección de Trump en los comicios de 2020 como "consejero sénior". "Servir al presidente Trump y a este país ha sido la experiencia más gratificante de toda mi vida", sostuvo Shine en el comunicado de la Casa Blanca.