La senadora estadounidense Martha McSally, la primera pilota de combate de la Fuerza Aérea de EE UU, afirmó ayer ante el Senado que fue violada por un supervisor, pero admitió que no denunció la agresión porque se culpó a sí misma y no confiaba en que el sistema fuera a hacerle caso.

En una audiencia sobre las agresiones sexuales en el Ejército, la senadora denunció que "los perpetradores abusan de su posición de poder de manera profunda", antes de precisar que "a diferencia de muchas valientes supervivientes, no denuncié que fui agredida sexualmente", porque "como tantas mujeres y hombres, no confiaba en el sistema. Me culpé a mi misma. Estaba avergonzada y confundida. Pensé que era fuerte, pero me sentía impotente". Las agresiones sexuales en el Ejército de EE UU apenas se denuncian. Hace dos años salió a la luz un escándalo en el que marines compartían en red fotos de sus compañeras desnudas.