La guerra entre el gigante chino de las telecomunicaciones Huawei y el Gobierno de EE UU ha llegado a los tribunales de ese país. Huawei presentó ayer ante un tribunal de Texas, estado donde radica en EE UU, una demanda contra la orden que impide a las agencias gubernamentales adquirir productos suyos, so pretexto de que pueden ser utilizados para espiar las redes de telecomunicaciones estadounidenses.

Las acusaciones sobre la seguridad de la tecnología 5G que desarrolla la empresa china siempre han sido rechazadas por la compañía, que insiste en que no cuenta con "puertas traseras" que le permitan acceder a otros dispositivos y controlarlos sin conocimiento de sus usuarios.

Huawei es el mayor fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones y el segundo en el sector de los teléfonos inteligentes. La compañía ha sido acusada en EE UU de trece delitos, entre ellos espionaje industrial y fraude bancario.

La demanda llega en momentos en los que Huawei está acusando a Washington de jaquear sus servidores y robarle sus correos y códigos. También llega apenas tres meses después de ser detenida en Canadá, el pasado 1 de diciembre, su directora financiera, Meng Wanzhou, a petición de EE UU. Meng, ahora en libertad bajo fianza en espera de juicio, fue acusada de violar las sanciones comerciales impuestas por Washington a Irán.

"La prohibición no solo es ilegal, sino que también impide a Huawei participar en una competencia justa y, en última instancia, perjudica a los consumidores estadounidenses", aseveró el presidente rotativo de Huawei, Guo Ping, durante una rueda de prensa en la ciudad suroriental china de Shenzhen, sede de la firma.

La diplomacia de EE UU está, además, presionando a los gobiernos de los países aliados de Washington, así como a sus proveedores de internet y servicios inalámbricos, para que eviten a Huawei, argumentando que Pekín podría forzarles a espiar o a desactivar sus redes.

"Dado que EE UU nunca ha presentado ninguna prueba que justifique sus quejas sobre seguridad, protestamos por su intención de no dejar que otros países utilicen productos de Huawei", se quejó Guo, quien criticó que el Gobierno de Donald Trump "no escatime esfuerzos en manipular a la opinión pública para desprestigiar a Huawei".