El presidente Trump insinuó ayer que no cooperará con una investigación demócrata sobre supuestos delitos de corrupción en su entorno y que podría abrir paso a un proceso para su destitución. El mandatario estadounidense asegura que esas peticiones se enmarcan en una campaña destinada a frustrar sus opciones de ser reelegido en 2020. "Es una vergüenza para nuestro país. No me extraña que esté pasando. Básicamente, (los demócratas) han empezado ya la campaña electoral", dijo Trump durante un acto en la Casa Blanca.

El Comité Judicial de la Cámara Baja, bajo control demócrata, solicitó en sendas cartas a 81 empresas y asesores del presidente que entreguen documentos relacionados con los dos primeros años de Trump en el poder, para una investigación sobre la supuesta corrupción y obstrucción a la Justicia del mandatario. Para Trump se trata solo de un campaña de "acoso presidencial".