La escalada de tensión entre India y Pakistán rebasó ayer un nivel peligroso al atribuirse cada una de las dos potencias atómicas el derribo de cazas enemigos. Pakistán anunció haber abatido dos cazas indios, mientras que la India informó del derribo de un avión de combate paquistaní, al tiempo que reconoció haber perdido uno de sus aparatos.

Los incidentes en los cielos llegan después de que India anunciara el martes el bombardeo de un campamento en suelo paquistaní del grupo terrorista Jaish-e-Mohammed (JeM), que reivindicó el pasado 14 de febrero el atentado en la Cachemira india en el que murieron 42 policías, el peor ataque en la región en tres décadas. India aseguró haber matado a 300 terroristas, mientras que Pakistán aseguró que las bombas cayeron en territorios despoblados. Ambos países han librado dos guerras y varios conflictos menores por la dividida Cachemira, región en disputa.

La degradación de las relaciones ha causado preocupación en la comunidad internacional, así como llamamientos a la contención. EE UU ha intentado mediar entre las partes, Rusia les animó a "resolver los problemas por vía política y diplomática" y China, que mantiene buenas relaciones con las dos potencias, mostró su preocupación por la tensa situación en el sur de Asia. La UE reclamó "máxima contención" y la ONU pidió rebajar la tensión.