Una empleada de la campaña electoral del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo demandó ayer por "conducta sexualmente depredadora". La mujer lo acusa de besarla sin su consentimiento, ante numerosos testigos, minutos antes de un mitin en Florida en agosto de 2016. La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, calificó la demanda de "absurda". El incidente se produjo, asegura la demanda, antes de un mitin en Tampa menos de tres meses antes de que el magnate neoyorquino ganase las elecciones.