La Policía turca sospecha que el cuerpo del periodista saudí Jamal Khashoggi, asesinado el 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul, fue quemado en un horno ubicado en el jardín de la legación, según un informe policial citado ayer por la agencia turca Anadolu.

En el citado jardín se ha descubierto un horno subterráneo, con capacidad para calentarse a mil grados, temperatura suficiente para eliminar todo rastro de ADN. Las investigaciones han desvelado que el cuerpo de Khashoggi fue descuartizado en las dependencias del consulado, aparentemente por un comando de agentes saudíes, pero hasta ahora no han aparecido sus restos.

Se ha especulado con la opción de que los restos fueron llevados al exterior o disueltos en ácido, pero el descubrimiento del horno obliga a contemplar la posibilidad de que fueran quemados.

El informe policial también señala que las dependencias del consulado se limpiaron con productos químicos para hacer desaparecer posibles pruebas.

Menciona además unos comentarios del vigilante de la legación respecto a la novia de Khashoggi, Hatice Cengiz, que esperaba a su prometido en la puerta del edificio.