El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sembró ayer la sorpresa al augurar un lugar especial en el infierno a quienes promovieron el "Brexit" sin pensar en un plan para que no fuera caótico. Los norirlandeses del DUP, socios de la conservadora Theresa May en el Gobierno de Londres, calificaron al polaco de "diabólico euromaníaco".

"Me he estado preguntando qué aspecto tendrá el lugar especial reservado en el infierno para los que promovieron el 'Brexit' sin tener siquiera un esbozo de plan para llevarlo a cabo de forma segura", declaró Tusk ante la prensa tras reunirse con el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar.

La víspera de que, hoy, May viaje a Bruselas para pedir una renegociación de la cláusula de salvaguarda para Irlanda, Tusk expresó su esperanza en oír "de la primera ministra May una sugerencia realista sobre cómo dejar el callejón sin salida en el que se encuentra el proceso de la salida ordenada del Reino Unido tras las últimas votaciones" en los Comunes.

El diario "The Telegraph" informó, mientras, de que ministros británicos han mantenido reuniones secretas con funcionarios de la UE para conseguir un aplazamiento de ocho semanas -hasta el 24 de mayo- de la salida. Es la prórroga que, de momento, May se niega a solicitar.