Venezuela entró ayer en un tenso compás de espera en el que, entre llamadas opositoras a la protesta y requerimientos chavistas a la resistencia, todas las miradas se dirigen a calibrar la solidez del respaldo militar al chavismo. Sigue corriendo, entre tanto, el plazo de ocho días dado por varias potencias europeas, con España, Francia y Alemania a la cabeza, al presidente Maduro para convocar elecciones.

Tras la deserción, el domingo, del agregado militar en Washington, ayer fue la cónsul primera en Miami (EE UU), Scarlet Salazar, quien se sumó a las filas del autoproclamado presidente, Juan Guaidó. Estados Unidos anunció sanciones a la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), a la que mantendrá las compras pero entregando los pagos a una dirección nombrada por Guaidó.

Las sanciones incluyen la congelación de todos los fondos de PDVSA en Estados Unidos y la prohibición a ciudadanos y entidades estadounidenses de relacionarse con estas empresas.

"Seguiremos utilizando todas las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para apoyar a Juan Guaidó", afirmó el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, en rueda de prensa desde la Casa Blanca. Mnuchin denuncia la "malversación de fondos" de la que es objeto la petrolera estatal.

El líder opositor llamó a celebrar nuevas protestas populares mañana, miércoles, y el sábado, día que vence el plazo dado por las potencias europeas.

"El próximo miércoles, atención, de 12.00 a 14.00 (16.00 a 20.00 en España) y lo vamos a hacer de manera pacífica, de manera inédita", afirmó en una transmisión en directo a través de las redes sociales. El insurrecto pidió a los venezolanos que detengan sus actividades durante la manifestación, ya que, aseguró, las movilizaciones populares "han sido pilares fundamentales" para la revuelta.

El también presidente de la Asamblea Nacional explicó que las protestas se basarán en dos puntos: "Seguir llevando el mensaje a las Fuerzas Armadas nacionales de la Ley de Amnistía" y pedirles "que permitan la entrada de medicinas y comida" que están negociando "en distintos lugares del mundo". Tras la autoproclamación de Guaidó, EE UU anunció el envío de 20 millones de dólares de ayuda.

El jefe de la oficialista Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, fue quien llamó a sus simpatizantes a resistir frente a las convocatorias opositoras a manifestarse. Respecto al ultimátum europeo, instó a la UE a que "se vaya bien largo al carajo" y se preguntó: "Quién elige al Rey de España?".