El secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, pidió ayer ante el Consejo de Seguridad de la ONU "acabar con el Estado mafioso" de Maduro en Venezuela, pero se estrelló contra el muro de Rusia y China que se oponen a una convocatoria de elecciones en el país. Nueve países se mostraron a favor de discutir la crisis de Venezuela, mientras otros cuatro, con Rusia y China (que tienen derecho a veto) a la cabeza, se negaron y otros dos se abstuvieron.

Para Rusia, la convocatoria de la reunión de ayer por parte de EE UU supone "un quebrantamiento del derecho internacional" y un intento de "orquestar un golpe de Estado". China, en consonancia con Rusia, opinó que la situación en Venezuela "no constituye una amenaza a la paz y seguridad internacionales" y mostró su rechazo a que la crisis venezolana se discuta en el Consejo de Seguridad.

Desde EE UU, su departamento del Tesoro anunció que trabaja en estrechar el cerco económico sobre Maduro, como parte de sus esfuerzos para asegurar la transferencia de poder al autoproclamado Juan Guaidó.