Las desavenencias ante la próxima entrada en el Parlamento heleno del acuerdo con la vecina Macedonia para la nueva denominación del país balcánico provocaron ayer la ruptura de la coalición de Gobierno griega. El primer ministro, Alexis Tsipras, se someterá ahora a una moción de confianza.

El llamado acuerdo de Prespa, firmado el pasado verano por Tsipras y por el primer ministro macedonio, Zoran Zaev, perseguía poner fin a la histórica disputa entre Atenas y Skopje por el nombre de Macedonia. Los griegos acusan a sus vecinos del norte de querer robarles la identidad e incluso territorio de su antigua provincia con ese nombre. En virtud del acuerdo, el país pasará a llamarse República de Macedonia del Norte y Grecia dejará de bloquear su entrada en la OTAN y otros organismos internacionales y permitirá que inicie las conversaciones de adhesión a la UE. La noche del viernes el Parlamento de Skopje aprobó los cambios en la Constitución necesarios para integrar dicho acuerdo. Ahora correspondía al Parlamento griego refrendar lo pactado, que sin esa aceptación quedaría en papel mojado.

En ese proceso parlamentario se produjo la ruptura. El que desde hace cuatro años era socio de Gobierno de Tsipras, el líder de los nacionalistas Griegos Independientes (Anel) Panos Kammenos, anunció su dimisión como ministro de Defensa para dejar patente el rechazo al acuerdo alcanzado con Macedonia. Tsipras optó por someterse a una moción de confianza pese a no ser necesaria, pero con la que reforzará su posición política. En Grecia una cuestión de confianza se puede aprobar con la mitad de los votos a favor de los diputados presentes, con un mínimo de 120. Sin embargo, Tsipras afirma que pedirá el respaldo de 151 parlamentarios y que, de no conseguirlo, convocará elecciones anticipadas. En cualquier caso, las elecciones se celebrarían tras la ratificación del acuerdo con la Antigua República Yugoslava de Macedonia para garantizar su rúbrica. La ruptura de los socios de Gobierno no pone en peligro, en principio, la aprobación del acuerdo de Prespa, que además de los 145 diputados de Syriza recibiría otros apoyos.