Las lluvias torrenciales en Siria inundaron en los dos últimos días los campos de desplazados instalados en sectores bajo control rebelde en el norte del país, donde habitantes y oenegés están denunciando las difíciles condiciones de vida, por lo que lanzaron pedidos de ayuda.

"Las precipitaciones excepcionalmente fuertes han provocado graves inundaciones en el norte de Siria", indicó este viernes en un comunicado la Unión de las Organizaciones de Rescate y Atención Médica (UOSSM).

"Más de 250.000 refugiados han resultado afectados por la catástrofe. Las inundaciones destruyeron muchos refugios, pero también reservas de comida y agua", agregó el comunicado de la oenegé francesa.

Un periodista de la AFP pudo ver torrentes de agua barrosa en el campo de desplazados de Al Omar, en los alrededores de Atmé, cerca de la frontera con Turquía. Las lonas de plástico de las carpas apenas podían sostenerse en medio del lodo.

"Mi carpa se inundó, ya no tengo más colchones para dormir, ni alfombra, hasta perdí mi teléfono", lamentaba Um Udai, viuda y madre de cuatro niños, que también perdió toda la comida que tenía.

Decenas de miles de desplazados, que huyeron de los combates y la guerra que ha devastado Siria desde 2011, han terminado varados en los territorios rebeldes del norte sirio, en las provincias vecinas de Alepo e Idlib.

Provenientes de los cuatro rincones del país, algunos han recorrido cientos de kilómetros. En lo cotidiano dependen de las ayudas humanitarias que entrega Naciones Unidas y organizaciones caritativas.

Firas al Modhi, de 18 años, oriundo de la provincia central de Hama, también sufrió la inundación de su carpa familiar.

"El agua entró a la carpa e inundó todas nuestras cosas", dijo el joven. "Ya no tenemos más cobijas (...) pedimos a las organizaciones que nos ayuden", lanzó.

En 2011, comenzó la guerra tras la represión de las protestas a favor de la democracia por parte del régimen presidido por Bashar al Asad, el conflicto en Siria se convirtió en un conflicto complejo que involucra a grupos rebeldes, movimientos yihadistas y potencias extranjeras.

Hasta la fecha han muerto más 360.000 personas y millones de sirios tuvieron que partir al exilio.

"La UOSSM insta a la comunidad internacional a liberar fondos de emergencia para proporcionar refugio, calefacción, ropa, agua y alimentos a los desplazados internos", dijo la organización.