El Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, está estudiando reclutar militares de otros países comunitarios como parte de los esfuerzos para actualizar las Fuerzas Armadas, según informó ayer la revista "Der Spiegel", citando un documento interno del departamento de Defensa, que dirige Ursula von der Leyen.

De acuerdo con este documento, hay 255.000 polacos, 185.000 italianos y 155.000 rumanos de entre 18 y 40 años que viven en Alemania, casi la mitad de los comunitarios residentes en el país. Si tan solo el diez por ciento quisiera enrolarse en el Ejército alemán, esto supondría casi 60.000 nuevos efectivos.

Las Fuerzas Armadas alemanas -que cuentan 179.000 efectivos- intensificaron los reclutamientos en 2014 a raíz de la anexión por parte de Rusia de la península ucraniana de Crimea. Estos esfuerzos se han redoblado desde el pasado julio, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con reducir el aporte de Washington a la OTAN.

Berlín ha expuesto sus planes a otros países europeos para sondear su opinión, con "resultados muy diferentes". A los estados del este, por ejemplo, les preocupa que la oferta alemana, con mejores condiciones laborales, desemboque en una merma de sus propias filas. Así, el ministro de Exteriores de Polonia, Jacek Czaputowicz, declaró a la revista alemana que el servicio militar está "estrechamente vinculado a la nacionalidad".