Hace algo más de 10 años, el 5 de noviembre de 2008, la avioneta en la que viajaba Camilo Mouriño, ministro del Interior mexicano y mano derecha del presidente Felipe Calderón, se desplomaba sobre una concurrida avenida de la capital mexicana que acabó con su vida y la de otras doce personas.

De igual modo que despiertan desconfianza las circunstancias en que se produjo el siniestro sufrido este lunes por la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su marido, el exgobernador del mismo estado mexicano Rafael Moreno, la muerte del hijo del ya entonces presidente del Celta, Carlos Mouriño, levantó sospechas de un posible sabotaje o atentado,

La investigación realizada en 2008 atribuyó a una posible cadena de errores cometidos por el controlador de vuelos y los pilotos el desplome de la avioneta en la que viajaba Mouriño, que se había convertido en azote de los principales clanes criminales de México.

Además, la muerte en aquel siniestro de diversas personalidades de la política mexicana, varias de ellas vinculadas con la seguridad nacional y la lucha contra el narcotráfico, han mantenido viva la hipótesis de un posible atentado.