El Tribunal Supremo federal rechazó ayer la petición del presidente de EE UU, Donald Trump, para poder aplicar restricciones al asilo en la frontera sur, unas políticas que habían sido bloqueadas previamente de forma temporal por un juez federal en una medida que seguirá en vigor.

El tribunal decidió no atender las demandas del Ejecutivo, en un posicionamiento que provocó la división de la corte con mayoría conservadora, ya que el presidente del tribunal, el también conservador John Roberts, votó con los cuatro magistrados progresistas para una mayoría de 5 de 9 votos por mantener el bloqueo.

El Gobierno pidió al alto tribunal que se opusiera al bloqueo de una corte menor, lo que habría posibilitado la entrada en vigor de unas políticas que impiden demandar asilo en el país a los inmigrantes que acceden de forma irregular desde México.

El pasado 9 de noviembre, Trump ordenó prohibir al menos durante 90 días las opciones para solicitar asilo en la frontera sur a quienes accediesen al país de forma irregular.

Grupos defensores de los derechos humanos demandaron al Ejecutivo y, posteriormente, un juez emitió el bloqueo a nivel nacional. Según la proclamación presidencial, la limitación podría ampliarse hasta la firma de un acuerdo con México que permita a EE UU deportar directamente a su vecino del sur a los ilegales.