El rey Felipe de Bélgica aceptó ayer la dimisión del primer ministro, Charles Michel, presentada esta semana, y le encargó que su Gobierno continúe, en funciones, hasta las elecciones del próximo mayo, informó el Palacio real.

El monarca instó además a los responsables políticos y a las instituciones a aportar una "respuesta apropiada" a los retos económicos, presupuestarios e internacionales, así como a las expectativas de la población, especialmente en el plano social y medioambiental, informó la agencia Belga.

Tras tres días de reuniones con los partidos, el Rey convino con el presidente del Parlamento y el "premier" que le informarían de forma regular del estado de los trabajos. El Ejecutivo no podrá tomar decisiones de calado sin el acuerdo de la Cámara.

La coalición que ha gobernado Bélgica desde 2014 se rompió el pasado día 8, tras la salida de los soberanistas flamencos por su oposición al pacto migratorio de la ONU, que finalmente firmó Michel.