El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió ayer que no se minusvalore el peligro de una guerra atómica, de lo que acusó directamente a EE UU por provocar una nueva carrera armamentista con su salida del tratado de eliminación de misiles nucleares de alcance corto y medio (INF).

"Lamentablemente, existe una tendencia a minusvalorar" el peligro de una guerra nuclear, dijo durante su rueda de prensa anual a la que asistieron cerca de 2.000 periodistas rusos y extranjeros. Además, denunció que existe "la tendencia a reducir el umbral" para el empleo de armas nucleares y advirtió que ello "puede conducir a una catástrofe nuclear global".

El presidente de Rusia destacó, en este sentido, el peligro que representan las "ideas de crear cargas nucleares de baja potencia", para el uso de estas con fines tácticos.

"Es muy difícil imaginar cómo se va desarrollar la situación. ¿Y qué vamos a hacer nosotros si aparecen esos misiles en Europa?", se preguntó Putin. Y, tras una pausa, agregó: "Desde luego, vamos a garantizar nuestra seguridad. Y que después no chillen por que logramos algunas ventajas. No buscamos ventajas, sino equilibrio".

Pero el presidente ruso tocó ayer muchos más asuntos en su multitudinaria cita anual con los medios. Así, dio su apoyo al repliegue de las tropas de EE UU de Siria, aunque recordó que lo mismo viene anunciando en Afganistán desde hace 17 años y éstas permanecen en ese país. "Si EE UU ha decidido retirar sus tropas de Siria, entonces es el paso correcto ¿Es necesaria la presencia de tropas estadounidenses? No, yo creo que no".

Su país no tiene "indicios" de que la retirada estadounidense vaya a ocurrir pronto y subrayó que la presencia del Ejército norteamericano en Siria, que tachó de "ilegítima", no fue sancionada por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y tampoco por invitación del régimen de Bachar al Asad, aliado de Moscú.

Eso sí, Putin coincidió con el presidente norteamericano, Donald Trump, en que el Estado Islámico (ISIS) ha sufrido "importantes reveses" en Siria.