El Departamento del Tesoro de EE UU anunció ayer sanciones contra 15 agentes de la inteligencia militar rusa por su supuesta participación en una "amplia gama de actividades malignas" destinadas a influir en las elecciones presidenciales de 2016.

Quedan congelados todos los activos o bienes inmuebles que los 15 rusos puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se les prohíbe hacer transacciones financieras con cualquier norteamericano.

De los 15 agentes, nueve son sancionados por su participación "directa" en los esfuerzos para interferir en los comicios mediante ataques al sistema electoral estadounidense y la publicación de documentos robados mediante sabotajes cibernéticos.

Las sanciones afectan a Ruslan Boshirov y Alexander Petrov, los dos agentes rusos acusados de intentar asesinar al exagente ruso Sergei Skripal y a su hija en el Reino Unido con un agente químico de fabricación soviética.

En diciembre de 2017, la inteligencia de EE UU concluyó que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó influir en los comicios mediante ciberataques porque tenía una "clara" preferencia por Trump. Wikileaks filtró unos correos electrónicos, que resultaron dañinos para la candidata demócrata, Hillary Clinton, y que revelaban que funcionarios del Partido Demócrata supuestamente se confabularon para favorecer la victoria en las primarias de Clinton frente al senador Bernie Sanders