La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, rechaza convocar un segundo referéndum sobre el "Brexit", una de las opciones que ya están sobre la mesa ante la dificultad para encontrar respaldo parlamentario a su plan y la negativa de la UE a renegociarlo. En cambio, la ministra principal escocesa, la nacionalista Nicola Sturgeon, considera que un nuevo referéndum es la "única" vía para corregir el "desastroso" proceso en el que está inmerso el Reino Unido.

Mientras, Irlanda se prepara para un "Brexit" sin acuerdo, ante la posibilidad de que el 29 de marzo se agote el plazo sin haber formalizado los términos de la ruptura con la Unión Europea.

May respondió ayer airada a uno de sus predecesores al frente del Gobierno, el laborista Tony Blair, partidario de aplazar la salida de la UE y de llamar a una nueva consulta. "Tratar de minar nuestras negociaciones (con Bruselas) defendiendo un segundo referéndum es un insulto al cargo que una vez ocupó y a las personas que sirvió", afirmó May en un comunicado sobre el exmandatario británico.

El diario "The Sunday Times" revelaba ayer, sin embargo, que altos cargos del gabinete del Gobierno elaboran ya planes para organizar un referéndum si el acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas no recibe la aprobación del Parlamento. La primera ministra, que aún confía en lograr "garantías adicionales" de la UE que faciliten la ratificación del pacto, asegura que no eludirá la "responsabilidad" de cumplir con el mandato de la consulta de junio de 2016, en la que el 51,9 % de los votantes optó por abandonar la Unión. "Demasiadas personas quieren subvertir este proceso por sus propios intereses políticos, en lugar de actuar por el interés nacional", sostuvo May, que insiste en que el Parlamento "tiene el deber democrático de cumplir con aquello por lo que votaron los británicos".

El "número dos" de la jefa de Gobierno, David Lidington, se reunió con un grupo de diputados laboristas para evaluar el apoyo que existe a una nueva consulta, según publicaban ayer medios británicos.

"Creo que debe haber un segundo referéndum que otorgue la opción a los ciudadanos de todo el Reino Unido la oportunidad de decidir, con todo lo que sabemos ahora, dos años y medio después", afirmaba ayer la líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Nicola Sturgeon. La ministra principal escocesa se muestra muy crítica con la posibilidad de que una futura consulta incluya únicamente las opciones de aceptar el acuerdo al que ha llegado el Gobierno conservador con Bruselas, o bien un "Brexit" no negociado, una de las opciones que está valorando el Ejecutivo de May.

Ante la incertidumbre que está generando el proceso, el viceprimer ministro irlandés, Simon Coveney, afirmó ayer que Dublín intensifica los preparativos ante la posibilidad de que el próximo 29 de marzo el Reino Unido abandone la Unión Europea de manera no negociada. "Hemos mantenido un diálogo activo para planear esto durante meses y ahora está empezando a tomar forma", dijo Coveney en declaraciones a una cadena de televisión. Pese a ello, Coveney recalcó que espera que su Gobierno "nunca tenga que usar" esos planes, si bien insiste en que "si nos continuamos moviendo hacia el escenario de un 'Brexit' sin acuerdo, sin duda deberemos introducir nueva legislación rápidamente". Coveney considera que la primera ministra británica "no está intentando reabrir el tratado de salida o la declaración sobre la futura relación". "Lo que busca son clarificaciones en torno al uso del mecanismo de salvaguarda" para evitar una frontera en Irlanda del Norte, según el viceprimer ministro.