Michael Cohen, exabogado personal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que aceptó colaborar con el FBI y la justicia porque está "cansado de las mentiras" de su exjefe. Cohen, que el miércoles fue condenado a tres años de cárcel por varios delitos, subrayó que Trump sabía que "estaba mal" el pago que le ordenó hacer para silenciar a dos examantes. "Di lealtad a alguien que, en verdad, no merece lealtad", afirmó Cohen en sus primeras declaraciones tras la condena.

En respuesta a las palabras de Trump en las que niega haber dado la orden de pago, Cohen aseguró que "nada en la Organización Trump se hacía si no pasaba por Trump. Él me instó a hacer esos pagos, me instó a involucrarme en estos asuntos". El exdefensor explicó que Trump estaba "muy preocupado" por el impacto de esas relaciones en las presidenciales de 2016, pues se conocieron semanas antes de la votación.

Desde el Senado, los legisladores han propinado un nuevo revés al magnate al aprobar una resolución que condena al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán (MbS), por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Estambul.

Trump reiteró esta semana su apoyo a MbS, a quien calificó de "muy buen aliado". Hace semanas, Trump admitió la posibilidad de que el príncipe fuera el inspirador del crimen, pero ha dado marcha atrás para preservar la relación estratégica con Arabia.