La primera ministra británica, Theresa May, negocia concesiones de última hora a los diputados de su propio partido, el Conservador, a fin de evitar la escandalosa derrota que se da por hecho que encajará cuando el próximo martes someta a votación el acuerdo del "Brexit".

Pero, aunque pueda rebajar el grado de su fracaso, sus días como "premier" parecen contados: el partido norirlandés DUP, cuyos diez diputados la sostienen en el Parlamento, confirmó que la dejará caer si no renegocia el acuerdo alcanzado con Bruselas, algo, a estas alturas, imposible.

En cualquier caso, la derrota de May en la votación del martes podría conducir al país a unas elecciones anticipadas, dejó entrever ayer el portavoz del DUP para el "Brexit", Sammy Wilson.

La marcha atrás es imposible. El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, advirtió a los diputados que si rechazan el acuerdo, la alternativa será un divorcio caótico "sin acuerdo". "Si no hay ratificación (parlamentaria), no habrá ni acuerdo de retirada, ni periodo de transición. No se puede descartar aún ese escenario de falta de acuerdo".

En este escenario de derrota anunciada, tanto May como el ministro de Economía, Philip Hammond, su principal aliado en el Gobierno, dejaron claro que el pacto para consumar el "Brexit" y la declaración política sobre la futura relación bilateral "es el mejor y único posible", tal como ayer mismo repitió Barnier.

May reveló a la BBC que ha ofrecido a los diputados "tories" -de los que se calcula que tiene en contra a un centenar- otorgar a los Comunes un papel más decisorio cuando llegue la hora de aplicar la cláusula de seguridad o salvaguarda para la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, el aspecto más criticado del acuerdo aprobado por los Veintisiete el 25 de noviembre.

Si al final del periodo de transición, el 31 de diciembre de 2020, no hay acuerdo comercial bilateral, se aplicaría la salvaguarda, a no ser que el Gobierno británico y la UE acordaran prorrogar el periodo de transición. La oferta de May sería que el Parlamento británico pudiera elegir entre esas dos opciones.

La cláusula, que pretende evitar una frontera física en la isla de Irlanda, situaría al Reino Unido en una unión aduanera de forma indefinida con un estatus especial para el Ulster, a lo que el DUP se niega en redondo. Los medios británicos apuntan que, aunque algunos diputados se sintieran persuadidos por la medida, no está claro que la UE accediera a cambiar los términos del pacto.

Al inaugurar ayer la tercera jornada de debate en los Comunes, Hammond consideró "ilusorio" pensar que el acuerdo del "Brexit" puede renegociarse a última hora, como quieren algunos sectores. Y el Gobierno confirmó que la votación no se aplazará.

Si el acuerdo con la UE es rechazado el martes, May tendría que plantear planes alternativos en un plazo de 21 días.