Los "chalecos amarillos" nacieron con un vídeo en Facebook, el 18 de octubre, en el que una desconocida se dirigía al "señor Macron" para denunciar el inicio de "la caza del conductor". Este "arrebato" se hizo viral y al poco triunfaba en las redes una petición de reducción de los precios del combustible. Los llamamientos a bloquear carreteras y depósitos se multiplicaron.

El sábado 17 de noviembre, primer día de protestas, se congregaron unos 290.000 manifestantes en toda Francia. La acción, insólita, estaba al margen de partidos o sindicatos, y dejó un muerto y 277 heridos. En los siguientes cuatro días falleció otra persona y los heridos subieron a 530. La segunda jornada de protesta, el sábado 24 de noviembre, congregó a menos personas (106.000) y causó 24 heridos. El caos llegó el pasado sábado, con 136.000 manifestantes pero con niveles de violencia inéditos, que dejaron 236 heridos y más de 400 detenidos.